Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Cada renovación en nuestro Centro de Inno-vación e Investigación de la Floricultura Co-lombiana genera en algunos de nosotros, al menos, expectativa por las nuevas ideas que puedan llegar. Pero ¿cuál es el alcance del Centro teniendo en cuenta los recursos disponibles?Una de las máximas de la economía reza que los recur-sos siempre serán limitados, mientras que las necesidades son infinitas. Yo agregaría que la creatividad maximiza los recursos y modera las necesidades
¿Dónde buscar ideas creativas para el sector floricultor? Las ideas vienen de distintos ángulos, algo así como un riego de refresque o adaptación de las primeras semanas de alguno de nuestros cultivos. A continuación una lluvia de ideas:
En las empresas afiliadas
Existen problemas comunes del sector floricultor que han sido solucionados por empresas particulares. Durante años esas “innovaciones” han sido guardadas como grandes secretos empresariales las cuales se han visto como ventajas competitivas. Hoy en día es más fructífero pensar en hacer “trueque” con el conocimiento que pretender guardarlo, asumiendo que a nadie más en el mundo se le va a ocurrir una idea similar. El centro de innovación tiene el potencial de jugar un rol clave en esta tarea. Romper el paradigma y lograr que las empresas del sector puedan compartir de manera trasparente sus avances, de canjear sus desarrollos, de copiar las mejores prácticas. Existen “clusters” que seguramente tienen mucho que compartir, entre “rosicultores” por ejemplo, pueden avanzar mucho más en jornadas de comparación de las mejores prácticas, que lo que lograrán en sus esfuerzos individuales. Pueden también segmentar la investigación en proyectos para no duplicar esfuerzos y aprovechar sinergias.
Open innovation
Hace pocos días escuché de boca de un profesor de la Universidad de Arkansas que prácticamente ningún agricultor de los Estados Unidos hace un cambio en su modelo produc-tivo sin el acompañamiento o el visto bueno de la academia. ¿Por qué nuestro sector vive en un aparente divorcio con las Universidades? Se han presentado numerosos intentos de generar conocimiento conjunto y realmente la mayoría han funcionado. De ellos la floricultura se ha beneficiado, especialmente en aspectos técnicos. Por su parte, las Uni-versidades han podido complementar la formación de sus nuevos profesionales y de sus estudiantes de postgrado, así como tener un gran laboratorio de campo para ensayar e investigar. Pero la relación puede ser aún más estrecha. La especialización de la educación superior debe ir más allá de tener la floricultura o la horticultura como una materia electiva en los programas de pregrado de agronomía. Un sector como el floricultor que muestra la cara más bella de nuestro país ante el mundo, con más de US$1.000 millones de ventas anua-les y otros grandes beneficios conocidos, requiere escuelas de floricultura de ni-vel universitario, con líneas de inves-tigación profundas, dirigidas por Ph-D ?s, concertadas con las empresas del sector y en donde los beneficios sean cuantificables y crecientes. El director del centro puede convocar a las mejores universidades con proyectos concretos, a través de vínculos y alianzas con visión de país, que busquen, por ejemplo, capacitar en el exterior a estudiantes sobresalientes en los centros de investigación de avanzada en temas afines a la floricultura, para que lue-go vengan y fertilicen nuestros conocimientos con ideas diferentes. Otras alianzas deben plantear explícitamente dentro de sus objeti-vos el logro de patentes o, mejor aún, de dere-chos de obtentor.
Otras empresas agrícolas
Como lo dijo el cofundador de Apple “la creatividad se tra-ta de conectar los puntos”. Muchos de los puntos que gene-ran innovaciones disruptivas se consiguen fuera de la caja, viendo más allá de las fronteras del negocio. Existen nume-rosos cultivos agrícolas tanto en el país como fuera de él que avanzan a diario, desarrollando o incorporando nuevas tecnologías. Bien sea a través de herramientas de Vigilancia Tecnológica o de una comparación efectiva es posible traer a nuestro sector ideas disruptivas de otros modelos de nego-cio que a primera vista no tienen factores comunes.
Sector privado
Los proveedores cada vez son más y de mayor nivel profesional. Muchos de ellos son subsidiarios de multinacionales de grandes capitales y larga trayectoria, con una gran experiencia acumulada, que ofrecen productos o servicios de categoría mundial. Muchos de ellos están siempre dispuestos a desarrollar sus productos de la mano de sus clientes, a adaptarlos a las necesidades locales y especialmente a compartir sus experiencias con otro tipo de clientes y en diversos productos. Todo empieza con una conversación transparen-te y generosa, los beneficios vendrán naturalmente.
Gobierno
Los gobiernos son los responsables por crear las condiciones favorables para que la innovación florezca. Leyes, programas, proyectos e infraestructura son parte de lo que un gobierno puede hacer. Es tradicional que algunos gobiernos extranjeros apoyen iniciativas para promover nuestra floricultura: estas puertas se deben mantener abiertas y activas. Hacemos horticultura en el trópico, pero estamos poco relacionados en torno a esta industria con los países que comparten la misma latitud: aquí existe una gran oportunidad. Los desarrollos que ha hecho un país como Brasil en infraestructura para invernade-ros, sistemas de riego y sustratos aún son poco explorados por nosotros, sus vecinos. En Chile se pueden ver sistemas de cultivo sin suelo y producción de flores de bulbo que pueden enriquecer nuestra floricultura.
Clientes
Ellos no siempre saben lo que quieren, es paradójico, pero cuando con nuestra ayuda se logran concretar sus necesidades, el éxito de un nuevo producto o servicio está práctica-mente asegurado. El contacto cercano siempre dará información valiosa. En los últimos años se han puesto de moda herramientas tecnológicas como el big data, que permiten generar reportes para la toma de decisiones gerenciales a partir del procesamiento de millones de datos, que de otra forma sería imposible analizar; por ejemplo, hábitos de compra. Desde el centro de innovación se pueden aproximar a las empresas del sector a estas herramientas, haciendo los primeros contactos con proveedores o desarrolladores de las mismas.
Competidores internacionales
En temas puntuales y con la premisa del gana-gana, even-tualmente la competencia puede ser relevada por la coopetencia. Con frecuencia las empresas competidoras se encuentran en ferias y convenciones. Es una buena oportunidad para generar acercamientos y plantear una cooperación en temas de interés común. Esto puede funcionar muy bien en temas como la protección de los derechos de obtentor en nuevos mercados o mercados complejos o para hacer frente a problemas fitosanitarios comunes.Un saludo de bienvenida al nuevo director de Ceniflores.
Compartir
Share on twitter